Con ayuda de la IA se pueden prevenir o mitigar secuelas de la crisis climática (Nota La Jornada)

Los efectos en la salud, alimentos, ambiente o por desastres naturales en México, como en otros países, se pueden prevenir o mitigar con simulaciones de inteligencia artificial (IA) y de alto rendimiento, lo que sólo se alcanzaría a realizar, hasta ahora, con la supercomputadora Fugaku, una de las más rápidas del mundo, creada por el Centro de Ciencias de la Computación Riken –el centro de supercómputo más grande de Japón– y la compañía Fujitsu.

Satoshi Matsuoka, científico informático y director de ese centro, en entrevista con La Jornada destacó que de esta forma Fugaku contribuye en la consolidación de la Sociedad 5.0, proyecto de reordenamiento social basado en superinteligencia, como una tecnología de infraestructura de la información que acelera la solución de los problemas con simulaciones, mientras avanza en el desarrollo de las tecnologías de la IA, y la distribución y el procesamiento datos.

“Tenemos que hacer dos tipos de simulaciones, una es a través de IA, y otra es la tradicional, con fórmulas de física. Ambas deberían hacerse y las supercomputadoras tienen que procesarlas rápidamente para la obtención de resultados puntuales”, explicó.

Fugaku contribuye en más de 30 proyectos planteados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas relacionados con medicina, salud y farmacéutica; reducción de desastres naturales, como terremotos; atención al calentamiento global; operación del sector energético renovable, incluida la neutralización del carbono; sector manufacturero, y la solución de problemas de materiales punteros, incluidos la construcción naval o mega edificios, entre otros puntos.

Análisis de propagación del covid-19

Planeada en 2014 y plenamente operativa en 2021, esta supercomputadora destaca por sus investigaciones en torno al covid-19 en pleno auge de la pandemia.

“Algunos dicen que otras supercomputadoras más pequeñas o las computadoras personales de alto rendimiento podrían obtener el mismo resultado, pero no es así, porque para simular la propagación del virus, por ejemplo, se necesitan hacer los análisis y computación de innumerables situaciones: cómo estaría una sala de karaoke, en la oficina, en la escuela, dentro de un avión o en un taxi”.

Matsuoka aseguró que otras supercomputadoras, incluso las que están entre los cinco primeros lugares del mundo, no podrían hacer estos cómputos, “aun demorando un año o más”.

Fugaku mantuvo este año el primer puesto durante cinco periodos consecutivos en las clasificaciones de computadoras de alto rendimiento High-Performance Conjugate Gradient, que aprueba el rendimiento para los métodos informáticos aplicados en la realidad, y en Graph500 Breadth-First Search, que evalúa los sistemas de rendimiento analítico de gráficos.

En los resultados, dados a conocer en la Conferencia de Computación de Alto Rendimiento, obtuvo el segundo lugar en la clasificación TOP500, que evalúa a las 500 supercomputadoras con mayor rendimiento del mundo, y en HPL-AI, que califica el rendimiento de las unidades aritméticas de precisión simple y mediana en IA.

En junio de 2020 y noviembre de 2021, Fugaku obtuvo el primer lugar en los cuatro ejercicios. Se espera la segunda actualización de estas clasificaciones de 2022, principalmente en TOP500.

“Creo que esta supercomputadora también puede contribuir en recursos científicos de primera clase en el mundo, a la prevención de desastres o salvación de vidas humana de México”, consideró Matsuoka. Señaló que el país es sísmico, con problemas de huracanes y contaminación ambiental.

En sus aportaciones a la Sociedad 5.0, Fugaku busca consolidar una ciudad inteligente virtualizada, que incluye sensores, terminales y redes de la Internet de las cosas, así como detalles específicos de entornos y climas, ante las dificultades de simulaciones experimentales sobre terrenos reales o a escala.

“Si lo deseamos, una urbe como la Ciudad de México podríamos meterla en el espacio cibernético totalmente entera y podemos hacer la simulación de, por ejemplo, en el caso de la contaminación atmosférica o un terremoto”, para “entender las causas del fenómeno e impedir daños a la sociedad”.

Matsuoka señaló que Fugaku tiene cientos de proyectos; está abierta de forma internacional, por lo que la comunidad científica mexicana también puede ser usuaria.

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