Redacción Zacatecanus
CALIFORNIA. Ante una pandemia que ha provocado muchas pérdidas, los paisanos que radican en Estados Unidos sufren por dos crisis: una, la económica, que causó quedarse sin empleo y por consiguiente sin bienes; la otra, la sentimental, tras el deceso de líderes y personas importantes para la comunidad zacatecana y mexicana en general.
En dos años, la pandemia ha dejado a muchos sin casa o propiedades, a miles más, sin vehículo; “llegan las aseguradoras a cada momento con la grúa a recoger los carros”, expresó Emigdio Robles, ex presidente de la Federación de Clubes Zacatecanos del Norte de California y subcoordinador del Consejo de Federaciones Zacatecanas (Cofezac).
Otros más, dijo, han sufrido la pérdida de pequeños ranchos de labor, y otros entregaron sin remedio propiedades más grandes. Un hermano de Robles, indicó, por ejemplo, de cuatro propiedades que tenía perdió tres.
No obstante que la ayuda del gobierno de Estados Unidos fue un hecho ante la pandemia, también lo ha sido la generosidad de las organizaciones que, mediante comedores dan por día una o dos comidas, o bien, otorgan despensas con los insumos indispensables, hay quienes la siguen pasando mal ante la pérdida del empleo que les provocó haber salido contagiados por COVID-19, cuya ausencia de sus puestos laborales fue suplida por alguien más y los dejó sin sustento.
Hoy, en Estados Unidos, hay una demanda interminable de vehículos, que han pasado a ser un objeto de lujo, y mayormente cotizados, los autos usados.
De tal forma que quienes necesitan uno deben pagar hasta 70 mil dólares si es de agencia, o bien, 40 mil o más, cuando anteriormente (hace dos años), pagaban por uno usado entre 15 y 20 mil dólares.
Aun con todo, la pandemia también ha traído sus cosas buenas. Ha logrado por ejemplo, generar una mayor consciencia en un país donde el derroche tanto de alimentos como de autos, ropa y hasta muebles es cosa de todos los días.
Hoy, expresó Emigdio Robles, el sobrante de alimentos que completaba carros llenos en las escuelas del país y anteriormente iba directo a la basura, se guarda y se distribuye entre quienes lo necesitan. Igualmente hay mayor sensibilidad con la comunidad migrante.
Para Guadalupe Gómez, presidente de la Federación de Clubes de Zacatecanos del Sur de California, la crisis ha surtido un efecto negativo sin duda; “definitivamente ha pegado en muchas formas. Hay 12 de millones de puestos laborales vacantes en Estados Unidos y no hay trabajadores”, porque, además, hay temor por salir a trabajar ante la falta de documentos.
Sin embargo, afirmó que los migrantes tienen una cualidad y es que han sabido unirse para abatir los efectos negativos de la pandemia; “lo admirable es que siguen trabajando y redoblando los esfuerzos” para seguir ayudando, como pueden, a sus seres queridos y sus comunidades.
Pese a la crisis, de la que sin duda duele más la de la pérdida de personas, la pandemia ha sido también parte de un cambio de mentalidad, de pensar más en el sufrimiento de los demás: “las malas costumbres de antes, se han modificado para convertirse en buenas costumbres”, expresó Emigdio Robles.
En entrevista, los líderes Emigdio Robles y Guadalupe Gómez enfatizaron los esfuerzos que los migrantes que radican en Estados Unidos siguen haciendo por sus connacionales en México, aunque detrás hay una crisis de la que ellos no están exentos.
“Ganamos dólares, sí, pero también gastamos en dólares”, afirmó Robles al hablar de la situación que ha dejado tras de sí la COVID-19.
Del otro lado, los paisanos deben salir a buscar la vida sí o sí, más quienes se quedaron sin trabajo, y todos “nos arriesgamos a seguir trabajando para sacar el sustento”.
Quizá, dijo, para ellos no se escuche muy drástico mencionarlo, puesto que se acostumbran a las circunstancias, “pero sí puede considerarse un desastre” lo que ha dejado la pandemia desde la falta de empleos, de documentos y a eso se añade a que cada día, en todas las ciudades, hay gente (migrante) nueva, que sigue llegando en busca de una oportunidad.
“Si me preguntan, yo les diría a quienes no han salido de México, que no vengan”, expresó, pues ha sido una realidad que los migrantes que antecedieron a otros “hemos sido como vendedores de ilusiones”; sin embargo, los sufrimientos para alcanzar ese anhelo de una mejor vida se padecen más en estos tiempos.
Sobre las pérdidas económicas, Emigdio Robles explicó que de gente que él conoce, al menos cuatro personas perdieron por completo su casa; otros pocos ranchos pequeños, de una o dos hectáreas; de otros estados se enteró que muchos perdieron propiedades más grandes.
De vehículos, “eso se mira a cada rato, las financieras van recogiendo cuanto pueden recoger, porque ya el dueño no pudo hacer dos o tres pagos” y a ellos les interesa tenerlos disponibles para su venta ante la gran demanda.
Crecen changarros
Emigdio Robles, vecino de la Bahía de San Francisco, concretamente del Condado de Alameda, el más costoso para vivir de todo Estados Unidos, informó que al menos en la ciudad donde vive, la solicitud de permisos de salud para la venta de alimentos ha repuntado de manera significativa, no sólo para vender afuera de casa, sino también vía redes sociales.
Así, en los changarritos callejeros, cual si fuera algún barrio de México, se pueden encontrar en cada calle “y puede encontrar de todo, desde aguas frescas, tacos, enchiladas, tortas, lo que usted se imagine” y todos los giros son de comida.
Detalló que al inicio este tipo de negocios fue muy atacado por las autoridades, pero al ver la necesidad, dejaron de endurecer los permisos “y no quiere decir que tengan una gran clientela, pero si juntan 100 dólares por día, es lo que les dará de comer”.
Además, según la zona donde se viva, es el costo de los servicios, pero en esa, que es la más costosa del país, a cuatro personas como mínimo les cuesta vivir al mes unos 3 mil dólares; “podría ser poco o casi nada, pero a muchas personas les cuesta reunirlos”, enfatizó Robles.
Pérdidas humanas
La otra crisis que sin duda ha pegado en el ánimo de los paisanos ha sido la de las pérdidas humanas. Robles recordó el deceso lamentable de varios líderes, comenzando por Ascensión Salinas, de Chicago, Servando Acosta, que es la muerte más reciente o David Flores y Fermín Luna, de California y ex presidentes de las federaciones.
“Nos ha llovido”, dijo, y por supuesto que estos decesos, añadió Guadalupe Gómez, pegan en el ánimo de las personas que conforman los clubes; recordó que recién perdieron ellos al presidente del club Unidos por un Sueño de Morelos, quien falleció a pesar de tener completas tres vacunas.
No obstante, añadió Gómez, esta crisis los unió a todos por una causa, que fue ayudar a quienes más lo necesitaron al quedarse en condición vulnerable. Así, la mayoría de las federaciones promovieron la entrega de alimentos para amortiguar los efectos económicos de la pandemia.
Hay quienes se organizan para hacer eventos, para venta de comida, para comprar los ingredientes, otros más en preparar los alimentos y otros para venderlos y hacer una gran cadena de ayuda para seguir reuniendo el dinero que de manera constante ayuda a sus seres queridos en México.
Remesas se mantienen
FERNANDO QUIJAS
Para la comunidad zacatecana que radica en Estados Unidos, el aumento en la inflación de 7 por ciento (algo que no se había visto desde 1982) no afectaría el envío en las remesas para sus familias en el territorio estatal.
Así lo explicó Sigifredo Muñoz Olmos, presidente de la Federación de Clubes Zacatecanos de Fort Worth, Texas, quien observó que pese a las últimas dificultades económicas que se han vivido a nivel mundial y que pudieran haber repercutido en la economía estadounidense, la tendencia en el envío de remesas va al alza.
Lo anterior gracias a las políticas implementadas por el gobierno de Estados Unidos para resolver los problemas financieros que el aumento a la inflación pudiera ocasionar, afirmó.
“El sistema de cómo se financian las cosas aquí en Estados Unidos es muy diferente. Hay dinero. El Gobierno ha apostado en otorgar ciertos créditos a las industrias, a los negocios, para que puedan subsidiar, para que puedan pagarle a la gente que se va en ausencia por dos semanas. Han dado créditos tributarios para la gente”, explicó Muñoz Olmos.
Sobre el aumento en las remesas a pesar de las condiciones adversas para la economía mundial, tan solo en 2021, indicó, se tuvo un incremento de 52.7 mil millones de dólares sobre los 40.6 mil millones de dólares que llegaron en el 2020. Ambas, cifras históricas en sus respectivos años.
CUQUIS HERNÁNDEZ/NTRZACATECAS.COM