Nueva York. “Ya basta” corearon decenas de miles en más de 450 actos y marchas de protesta en ciudades y pueblos alrededor del país, incluyendo en esta metrópolis de Nueva York, contra la violencia por el descontrol de las armas de fuego en Estados Unidos que ya ha matado a casi 20 mil personas en el año en curso, incluyendo 19 niños y dos maestras de primaria en Uvalde, Texas, el mes pasado en solo uno de los 257 tiroteos masivos que se han registrado en lo que va de 2022.
“¿Seré el próximo?”, decía una pancarta cargada por niños y adolescentes vista en varias de las marchas. Sobrevivientes de masacres escolares, madres y padres que han perdido a sus hijos por balas, maestras que repudian la idea de que tienen que prepararse todos los días por si irrumpe una persona armada en sus aulas, políticos que participaron pero que tuvieron que escuchar el mensaje de que no han hecho lo suficiente para prevenir la próxima tragedia a pesar de sus finos discursos, enfermeras, líderes religiosos y mas se congregaron en la movilización nacional.
Convocados por March for Our Lives (Marcha por nuestras vidas), organización fundada por los estudiantes que sobrevivieron la matanza en su preparatoria en Parkland, Florida, donde perecieron 17 estudiantes y personal escolar en 2018, y apoyados por una amplia gama de organizaciones dedicadas al control de armas de fuego – desde Evertytown, al Proyecto Brady, a Madres por el control de armas, entre otras- unos 40 mil (según los organizadores) marcharon en Washington, junto con decenas de miles mas en acciones en por lo menos 45 estados de la unión.
En la capital del país, los manifestantes se congregaron bajo la lluvia en el Monumento a Washington. “Si nuestros gobiernos no pueden hacer algo para evitar que 19 niños sean asesinados en su propia escuela (… ) es hora de cambiar quien esta en el gobierno”, declaró David Hogg, un co-fundador de March for Our Lives. X Gonzalez, también fundadora de la organización, gritó “nos están asesinando” y apuntando hacia el Capitolio agregó que “ustedes, en el Congreso, no han hecho nada para evitarlo”, y señaló que “si ustedes de veras quieren proteger a los niños, aprueben unas chingadas leyes de control de armas (… ) les debería dar vergüenza”.
Una nieta del reverendo Martin Luther King, Yolanda King de 14 años de edad, recordó que “mi abuelo dejó este mundo por violencia de armas”, y declaró ante el público que “esta vez es diferente porque ya estamos hartos (…) porque esto ya no se trata de política, sino sobre la moralidad”. Entre los oradores en Washington tambien estaban las presidentas de los dos gremios nacionales de maestros.
El presidente Joe Biden envió un mensaje en apoyo de los manifestantes e instando al Congreso a tomar acción (continuando con su narrativa de que el ejecutivo no puede hacer más sobre el control de armas).